martes, 9 de abril de 2013



Química Perfecta


3. ________

- El pelo se me encrespa siempre que monto en este coche, Leah. Cada vez que bajo la capota parece que me ha pasado un tornado por encima -le comento a mi mejor amiga mientras atravesamos Vine de camino al instituto Fairfield en mi nuevo descapotable plateado- Es que el aspecto es todo.

Mis padres me han enseñado ciertos lemas que ahora rigen mi vida. Esta es la razón por la que no tuve ninguna objeción cuando mi padre me ofreció el BMW como excesivo regalo de cumpleaños hace un par de semanas.

- Vivimos a 30´ de la ciudad de los vientos -señala Leah, que se entretiene sosteniendo la mano en el aire mientras yo conduzco- Chicago no es una ciudad conocida por su apacible clima. Además, ___, pareces una diosa griega con un peinado castaño salvaje. Sólo estás nerviosa porque estás a punto de ver a Joseph.

Desvío la mirada hacia la foto en forma de corazón que hay sobre el salpicadero, en la que salimos Joe y yo.

- La gente puede cambiar en un verano.
- Pero la distancia refuerza el cariño en una relación -responde Leah- Tú eres la capitana de las animadoras y él es el capitán del equipo de fútbol del instituto. Si vosotros 2 no estáis destinados a estar juntos, es que el mundo se encamina a su fin.

Durante el verano Joe me llamó unas cuantas veces desde la cabaña de su familia, donde fue a pasar unos días con sus colegas, pero ahora no sé en qué punto está nuestra relación. Anoche regresó a Chicago.

- Me encantan esos vaqueros -dice Leah, observado mis pantalones descoloridos con corte brasileño-. Te los pediré prestados cuando menos te los esperes.
- A mi madre no le gustan nada -digo antes de detenerme en un semáforo e intentar domar mis rizos alisándome el pelo con la mano-. Dice que parece que los haya comprado en una tienda de segunda mano.
- ¿Le has dicho que el vintage está de moda?
- Sí, claro, como si escuchara lo que digo. Apenas me prestaba atención cuando le pregunté sobre la nueva cuidadora.

Nadie sabe lo que es vivir en mi casa. Por suerte, puedo contar con Leah. Puede que no lo comprenda todo, pero al menos sabe lo suficiente para escucharme y guardar el secreto de mis asuntos familiares. Aparte de Joe, Leah es la única persona que conoce a mi hermana.

- ¿Qué le ocurrió a la anterior cuidadora? -pregunta Leah mientras abre el estuche de los CDs.
- Rosalie le arrancó un buen mechón de pelo
- Uy.

Entro en el aparcamiento del instituto pensando más en mi hermana que en la carretera. Las ruedas del coche chirrían cuando freno en seco al ver que casi impacto con un chico y una chica montados en una moto. Pensaba que había un espacio libre para aparcar.

- Cuidado niña -dice Jasmine Villegas, la chica que veo en la parte de atrás de la moto, y que ahora me enseña el dedo.

Es obvio que no presto mucha atención en clase de educación vial cuando hablaron de la violencia en la carretera.

- Lo siento -grito para que puedan oírme por encima del rugido de la moto-. Pensaba que no había nadie aparcando.

Entonces me doy cuenta a quién pertenece la moto. El conductor se da la vuelta, con una mirada enfadada en sus ojos miel y una bandana roja y negra. Me hundo en el asiento del conductor tanto como puedo.

- Mierda, es Justin Bieber -digo, haciendo una mueca.
- Joder, ___ -añade Leah en voz baja-. Me gustaría vivir para ver nuestra graduación, así que sal aquí antes de que decida matarnos a las 2.

Justin me fulmina con la mirada diabólica mientras baja el caballete de su moto. ¿Acaso va a plantarme cara?

Busco la marcha atrás, moviendo desesperadamente la palanca de cambios de un lado a otro. Desde luego, no me sorprende que mi padre me haya comprado un coche con marchas sin tomarse la molestia de enseñarme cómo manejarlas.

Justin da un paso hacia el coche. Mi instinto me dice que salga de allí y eche a correr, como si estuviera atrapada en las vías del tren y viera la locomotora aproximándose directamente hacia mí. Miro a Leah, quien está demasiado ocupada buscando en el bolso. ¿Está de coña o qué?

- No consigo poner la maltita marcha atrás. Necesito ayuda. ¿Qué estás buscando? -le pregunto
- Pues… nada. Sólo intento no mirarles a los ojos a los MuXBlood. Date prisa, ¿quieres? -dice Leah entre dientes-. Además, yo sólo sé conducir coches automáticos.

Tras conseguir poner la marcha atrás con un fuerte estruendo, las ruedas de mi coche chirrían mientras hago maniobras correspondientes y busco otra plaza de aparcamiento. Después de dejar el coche en la zona oeste. Lejos de un pandillero cuya reputación atemorizaría al más duro de los jugadores de fútbol del instituto, Leah y yo subimos los escalones que llevan al instituto Fairfield. Por desgracia, Justin Bieber y el resto de sus compinches nos esperan en la entrada principal.

- No te detengas -masculla Leah- Haz lo que quieras, pero no los mires a los ojos.

Cuando Justin Bieber se coloca frente a mí, bloqueándome el paso, se que va a resultar muy difícil seguir el consejo de Leah.
¿Cual era la frase que debía entonarse justo antes de morir?
- Eres una pésima conductora -dice Justin adoptando una pose de macho ibérico.

El chico tiene el cuerpo musculoso y el rostro impecable, casi podría pasar por un modelo de DKNY, pero la expresión de su rostro es más bien de las que aparecen en las fotografías de los más buscados en las comisarías.

Los chicos de la zona norte no se relacionan con los chicos de la zona sur. No es que nos creamos mejores que ellos, pero somos diferentes. Hemos crecido en la misma ciudad, pero en zonas completamente diferentes. Nosotros vivimos en grandes casas al lado del lago Michigan, y ellos viven cerca de las vías del tren. Nosotros nos vestimos, hablamos y actuamos de otro modo. Nuestro aspecto es distinto. No quiero decir ni que sea algo bueno ni malo, pero así funcionan las cosas en Fairfield. He de admitir que la mayoría de las chicas de la zona sur me tratan como lo hace Jasmine Villegas… me detestan por lo que soy... —






hola mis amores siento no haberles subido capitulo ayer pero hoy os dare doble jeje espero vuestros comentarios pliss no cuesta nada... un beso, en un par de minutos subo el otro capitulo.
Helen.

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